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El Pallars y Doctor Music sellan su futuro en común El festival de rock se queda 8 años en Escalarre tras apalabrar 35 millones de ayuda administrativa
La muestra contrata a Aerosmith, Deep Purple, Pulp y The Verve, y negocia llevar a otras figuras
I. PARA / J. BIANCIOTTO
Barcelona
El Doctor Music Festival, que celebrará su tercera edición los días 11, 12 y 13 de julio en La Guingueta d'Aneu (Pallars Sobirà), se quedará definitivamente en Escalarre durante los próximos ocho años en una apuesta de futuro que repercutirá tanto en la estabilidad de la muestra como en el desarrollo turístico de la comarca del Pallars. El festival de rock destierra así un periodo de incertidumbre en el que planeó la idea de marcharse a territorio aragonés. La muestra costará este año 400 millones de pesetas y sigue aspirando a consolidarse como una de las más importantes de Europa en su género
El público de primera fila exterioriza su entusiasmo durante uno de los conciertos del Doctor Music Festival de 1997.
Aerosmith, Deep Purple, Portishead, Beastie Boys, Corrs, Pulp y The Verve destacan entre la primera tanda de figuras internacionales confirmadas, en una edición que "apuesta por la calidad de artistas y servicios", según indicó ayer Neo Sala, organizador del festival. Sala reveló que mantiene "avanzadas negociaciones" con media docena de estrellas del rock "de primerísima fila" para completar la oferta de la muestra.
"A la tercera va la vencida. El festival ya es una realidad y se queda en casa", dijo el responsable del Doctor Music, flanqueado por Carles Isús, alcalde de Espot, y Xavier Moncayo, director del Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida, en una muestra del apoyo que el festival recibirá en los próximos años y que se concretará en los próximos días en un convenio sellado entre la promotora, el Consell Comarcal y el Ayuntamiento y la Diputación de Lleida.
Doctor Music arrastra un déficit de 100 millones de pesetas y ha solicitado una serie de ayudas en forma de servicios a la Administración que, de acuerdo con lo pactado, supondrán para la organización un ahorro de unos 25 millones. Además, la muestra recibirá una dotación económica directa por parte de la Generalitat de unos 10 millones de pesetas. El ahorro total, según estos cálculos, ronda los 35 millones.
Justa contrapartida
La Conselleria de Turisme y la Diputación de Lleida consideran esta inversión como una justa contrapartida, ya que estiman que la promoción turística que supone la celebración del festival equivaldría a un gasto público de más de 100 millones de pesetas. En los pueblos de la zona, la primera quincena de julio estaba tradicionalmente catalogada como temporada baja. Desde la implantación del Doctor Music, en 1996, la ocupación hotelera ha subido hasta el 70%, y en pleno festival es del 100%.
Sala reconoció ayer que el Doctor Music ha vivido un año muy difícil. "Se llegó a decir que lancé amenazas, pero yo no amenazaba: que la situación empezaba a ser insostenible era la cruda realidad".
APUNTE Ignacio Para
La ley de la experiencia
Un festival no nace, se hace. Por eso, el Doctor Music encara su tercera edición con la sana vocación de aprender de la experiencia. Este año, la organización ha evitado adelantar nombres antes de estar confirmados, algo que el año pasado provocó falsas expectativas: las declaraciones de intenciones pueden ayudar a vender entradas, pero a veces generan confusión o desilusión. Este año, aunque sólo se conoce un tercio del cartel --28 de los 80 artistas que compondrán la oferta final-- todo está más claro: a varios meses vista, ya se sabe que la calidad será muy superior a la de 1997.
De acuerdo que un festival no es sólo una sucesión de artistas. Pero tampoco un festival de rock puede ser una sucesión de duchas y cajeros. Cumplida la apuesta artística el primer año, superada la apuesta de los servicios el segundo, el Doctor Music encara su año de madurez con la vista puesta en los dos frentes.
Casi acallados los ecologistas --el impacto medioambiental del festival es insignificante--, seducidos los alcaldes de la zona, los hoteleros y la administración, el Doctor Music Festival se encamina hacia un consenso necesario para su propia supervivencia y para la promoción turística del Pallars.
De paso, mucha gente entenderá algo más de lo que significa la cultura del rock y muchos rockeros se familiarizarán con el románico y con las huellas de los ciervos, los corzos, los osos y los rebecos. Los prados de siega y los decibelios no tienen por qué llevarse mal.
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Neo Sala, quien advirtió que para evitar picarescas comerciales sólo se podrá entrar comida en el recinto el primer día de festival, resaltó que "el cartel no es lo más importante". A su juicio, el certamen no pretende reunir a los artistas de moda en un macroconcierto . El papel del festival como cantera fue también destacado. "En 1997 actuaron artistas como Dover, Jarabe de Palo y Ani DiFranco, que después han explotado ", recordó el director de Doctor Music, al tiempo que informó que, según una encuesta realizada el año pasado, "al público no le pareció bien que la programación fuera tan densa".
El cartel de este año reserva otros nombres de interés. Es el caso de Portishead, que el mes pasado abarrotó Zeleste con su trip hop, así como de Garbage, que presentará su segundo disco (Version 2.0 ), y del grupo de hip hop Beastie Boys. Estas dos últimas bandas actuarán por primera vez en Catalunya. El black metal de Cradle of Filth y el techno rock de Dust Junkys serán otros exponentes del cartel.
La parcela de artistas españoles confirmados tiene en el exlíder de Leño, Rosendo --que estrenará su nuevo disco, A tientas y barrancas -- la figura más destacada. El resto del cartel presenta, por el momento, a grupos como Flauters, Nuncajamás, Peter's Sellers, B-Violet, Neurastenia, Jarana y Travelin' Band (exmiembros de The Rivertones).
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CARME ESCALES
Sort
El gong de la cuenta atrás hacia la tercera edición del Festival de Escalarre, en La Guingueta d'Aneu, no produjo demasiado estruendo ayer en sus valles. "Tranquilidad, sí", expresó el alcalde de Esterri d'Aneu, Joan Civat, apenas emitida la noticia por televisión. "Ponemos fin a aquella incomodidad de cuando las cosas no estuvieron tan claras. Supongo que todos estamos satisfechos en la comarca y dispuestos a ponernos manos a la obra para ayudar", añadió Civat, que confirmó la intención de finalizar la instalación de la depuradora del municipio "a finales de junio". De estar lista, la organización se ahorraría los montajes de cada año para deshacerse de las aguas residuales sin dañar el entorno natural de los prados de Santa Maria.
El presidente del Consell Comarcal del Pallars Sobirà, donde se enmarca el municipio de La Guingueta, Agustí López Pla, también acogió con satisfacción el anuncio de la continuidad de Doctor Music. "No me cansaré de repetir que apostar por el festival es apostar por la comarca", señaló. Una impresión en la que coincide el alcalde de Espot, Carles Isús. "El primer año nos llevamos una sorpresa al ver el civismo de los asistentes al festival. Estamos volcados con él", asegura, al tiempo que precisa: "El Doctor Music Festival no es el único puntal turístico de la comarca, pero ya forma parte del Pallars, y hay que sumar y no restar". Josep Grau, presidente de la Diputación de Lleida, da por hecho el "pacto de caballeros" con el Consell Comarcal, Generalitat y promotora para llevar el festival a buen término. Grau espera cerrar definitivamente a mediados de abril el trato que asegure la continuidad del certamen durante ocho años.
En apreciaciones posteriores, López Pla incide en una petición clara a la organización: "Atención especial para los productos autóctonos, que se facilite su promoción y venta dentro del recinto del festival". Las elevadas tarifas que en la pasada edición la organización reclamó a los puestos de venta del interior dejaron a muchos fuera y, a los que pudieron acceder, les obligó a incrementar los precios.
En el Pallars también se centraba ayer la atención en los nombres del cartel. "Estaría muy bien que incluyeran a Neil Young y Bob Dylan", comentaba en uno de los bares de Esterri Quique Castellarnau, de 28 años. "Peor que el año pasado no puede ser pero, de momento, no pinta mejor que el primero", replicó su amigo Toño, de la misma edad, bombero voluntario del parque de Esterri que también presta un servicio altruista al festival.
"Esperamos que la organización tenga más consideración para los autóctonos --añadió Toño--. Si nos regalan la entrada de un día y queremos ir algún otro, igualmente tenemos que pagar las 14.800 pesetas, y nosotros ni acampamos ni podemos estar en todos los conciertos porque trabajamos".
Con problemas ya para reservar cama en los hoteles más próximos, los hoteleros y el sector de la hostelería en general intentaban configurar ayer la tipología del asistente de esta nueva edición. "El año pasado nos dimos cuenta de que el cartel marca mucho el personal que viene, pero con lo que han anunciado, aún no podemos completar esa imagen", declaró Jaume Gallart, propietario de la pensión La Creu, de Esterri, ya con reservas para el 25 de junio hasta el 19 de julio. "Habrá que escuchar los comentarios de los jóvenes, que son los que están al día".
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