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El Pais Digital
La tecnología y el 'glamour'

LUIS HIDALGO, Escalarre
Hay veces en las que un concierto se parece a una operación militar. Si algo falla, por pequeño que sea, se puede provocar un verdadero desbarajuste. Eso es lo que ocurrió ayer en el escenario Guingueta del Doctor Music Festival. Casi una hora después de la prevista para el inicio del concierto de Garbage, un regimiento de técnicos descargaban apresuradamente una mesa de monitores de un camión enorme. Es evidente que el grupo norteamericano no estaba tocando. Debido a su celosa meticulosidad, no en vano varios de sus miembros son productores amén de músicos, quisieron traerse su propia mesa, que resultó estar averiada. Neo Sala, director del festival, daba instrucciones con la tranquilidad de quien ha apagado cientos de incendios, mientras el público, con un incendio en la coronilla provocado por el inclemente sol, se mostraba menos tranquilo. Del escenario Esterri Alt Àneu llegaban los ecos de Barricada, mientras que en los monitores del Guingueta Bjork era la reina. Escenas comunes en un montaje tan descomunal como el Doctor Music Festival.

Así las cosas, el grupo de Shirley Manson y Butck Vig comenzó su actuación hora y media más tarde de lo previsto, y gracias a que la organización dispuso de una mesa de repuesto con nombre de talla de camiseta, XL3. Quizá maldiciendo la tecnología, el cuarteto inició su concierto con Dumb, para seguir con un tema con título idóneo para el momento: Not my idea. Dispuestos a ir al grano, el éxito Push it sonó en tercer lugar para ejemplificar el cruce entre rock y aparatitos que caracteriza a la banda. Lo cierto es que, gracias a esta pieza, el público se metió en el concierto olvidando la espera, lo que la banda agradeció no recortando el repertorio previsto e interpretando otros 13 temas más.

Los mejores del día

Como que Jarvis Cocker es de barrio, sólo usa la tecnología para plancharse los pantalones. El de su banda, ya sin problemas, uno de los mejores conciertos del día, y de paso inauguró el escenario Espot, el mayor del festival. Sin tecnología sofis que pudiera estropearse, Pulp bordaron una actuación llena de hermosas melodías que han tardado años en calar entre el público, quizá sólo atento a estrellas más rutilantes. Al final, Pulp se han hecho un hueco entre los grandes, que, a diferencia de alguno de ellos, lo refrendan con espléndidos recitales. Así ocurrió en la vaca, donde abrieron con The Fear , para ya tener rendido al personal con el tercer tema, I'm a man. Todo ello gracias a una sensibilidad que combina el hechizo, el exceso y la ironía, el lirismo con el sudor de barrio, la delicadeza con los delirantes estampados de las camisas que Jarvis suele vestir.

Claro que con temas como TV Movie no hay camisas que llamen la atención más que la propia canción, comentario extensible a Help the aged, This is hardcore, Common people y todas las que Pulp interpretaron en el primer gran concierto de la vaca 98. Luego llegarían Beastie Boys y Portishead, completando un espléndido cartel que convirtió el festival, ayer, en el epicentro musical de Europa.

 

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