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La Vanguardia
El certamen ajustará su oferta de servicios para 20.000 o 25.000 personas en lugar de las 32.000 previstas actualmente

"La Vaca" adelgaza

El Doctor Music Festival reducirá sus dimensiones tras no ver cumplidas sus expectativas de convocatoria

DONAT PUTX
Escalarre

L a Vaca" adelgaza. Este año, la propuesta de Escalarre sólo ha merecido el favor de 21.419 personas. Ayer, y por primera vez en la historia de este festival, se vendieron entradas para acceder al recinto un solo día. Neo Sala, director del Doctor Music Festival, y su gente lo decidieron "después de una conversación" con el presidente de la Diputación de Lleida, Josep Grau. Pero sólo 500 personas recogieron el guante, de forma que el Doctor Music Festival cerraba con unos 22.000 clientes de pago.
A Neo Sala no le han venido las 28.000 almas que esperaba, aunque ayer hizo lo posible por quitar hierro al asunto. "Si sumamos las asistencias diarias, tenemos 88.000 espectadores; si usamos el sistema de recuento de los festivales de jazz, y dando por hecho que cada persona ha ido a un mínimo de tres conciertos, tenemos a más de 250.000 asistentes entre las ochenta actuaciones que se han hecho." Ingeniosos cálculos, pero se mire como se mire las futuras "ciudades del rock" que se edifiquen en el Pallars Sobirà --Sala está comprometido en ello hasta el año 2005--, deberán ser "redimensionadas": demasiado montaje para tan poco público. A preguntas de "La Vanguardia", Neo Sala hizo autocrítica para explicar el pinchazo. "Nos deslumbró la asistencia de público de los dos primeros años --un 'sold out' de 25.000 en el 96 y 27.000 el verano pasado--, y creímos poder hacer un festival para 30.000 o 40.000 espectadores. Pero es que ninguna empresa tiene una bola de cristal." Así las cosas, el certamen ajustará su oferta de servicios para 20.000 o 25.000 personas en vez de las 32.000 actuales.

Plante de fotógrafos

"La Vaca" que viene será más chiquita en dimensiones, pero no en calado artístico, siempre según afirmó ayer el promotor, que tuvo que hablar ante los periodistas puesto en pie. Algunos fotógrafos, disgustados por el trato recibido, llenaron la mesa del director con sus cámaras. La principal queja: el contrato que Doctor Music les hizo firmar al acreditarse, y que un portavoz de los gráficos definió como "una encerrona". Reacio a entrar en detalles en cuanto a la "reestructuración" anunciada, Neo Sala insistió en que, "del mismo modo que el restaurante que tiene más mesas no es el mejor", en el Doctor Music Festival no se bajaría el nivel. "Sólo gastamos un tercio del presupuesto en artistas, de manera que los recortes vendrán por el lado de las infraestructuras. Cada cajero automático, cada enchufe que se instala aquí vale una fortuna." Veremos.
Los ingresos por taquillaje de este Doctor Music Festival ascienden a 317 millones. Insuficiente para cuadrar el presupuesto, que es de 400 millones de pesetas. Lo que falta debe salir de lo que den de sí las registradoras de bares y "merchandising", así como las ayudas institucionales. Pendiente el balance, Neo Sala tenía claro que se las tendrá que haber con "un déficit importante".
En la mañana del mismo domingo, una dependienta de comercio de Esterri d'Áneu nos comentaba que "la gente se este año se parece más a la del primer festival. Es un poco más mayor y gasta más". Postres de un Doctor Music Festival donde muchos nos han dicho aquello de: "Lo que mola es el ambiente. Lo otro, viene después".
Los que huían de aquí antes de la tarde, llevaban en sus bolsillos docs, la moneda oficial del festival. Este año se ha apreciado en 50 pesetas. Moneda virtual que no sirve para nada fuera de aquí, y que no se puede convertir en metálico. Quien había comprado demasiados docs, se espabilaba como podía. Alguien cambió 1.000 pesetas del Banco de España por el equivalente a 1.400 en docs. Tomando cervezas en el bar Frank Zappa --aquí todos los bares tienen nombre de músicos que ya no fuman--, nos ilustra: "Esto es un doc, ¿vale? Vale doscientas pelas. Pero tú aquí no ves doscientas pelas, ves un trozo de plástico. Y "¡yupi!, yo pago la ronda".

 

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