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Prensa / Premsa / Press / Presse 1997 |
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En tiempos remotos, la mujer araña, el hombre de tres cabezas y otras extrañas criaturas llevaban a todas las ferias el encanto de lo imposible y el embrujo de la repulsión. Llegaron hasta el recóndito Macondo de García Márquez y se quedaron en las pantallas de cine como reliquias fellinescas. Ahora vuelve el "zoológico humano" de la mano de un anárquico norteamericano. Jim Rose ofrece sus freaks al descubierto, palpables. "Vengo del infierno con una nueva colección de artistas, trayendo más shock y más negocio para los médicos de tu pueblo". Con la ironía de sus comentarios, Rose con vierte a sus esperpentos en figuras de cómic, y con la habilidad del domador de circo mantiene en vilo a todas las bestias. |
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La verborrea no es la única hazaña del show-master. Jim Rose, que inició su fulminante carrera como faquir callejero por las metrópolis europeas, presenta sobre el escenario su espalda como blanco de dardos, se acuesta boca abajo sobre vidrios rotos dejando que lo aplaste Bebe, "la reina del circo". Él sabe tragarse hojas de afeitar, ella hace fuego con su vagina. Inspirándose en las fiestas de Halloween vividas en su infancia, Jim incluye en el espectáculo sierras eléctricas que cortan la masa del público aterrorizado y divertido. Piensa que no utilizará esta herramienta en España, para demostrar su reconocimiento a la compañía catalana La Fura dels Baus, que emplea instrumentos similares.
Como novedad nunca vista, hacen sus payasadas travestidos mexicanos enmascarados. Luchan hasta que gana el que consigue meter un consolador en la boca del otro. "Vienen a sembrar discordia en tu pueblo", advierte Jim con morbo. "Hay que divertir, asustar, golpear la parte olvidada del cerebro". Algunos dicen que la receta aquí es "sexo, violencia y humor". Pero Jim Rose tiene otro mensaje para sus fans cuando quiere dejarles algo más que su autógrafo. Entonces les da una pista y escribe: "Science and fun" (ciencia y diversión).
Entrevista en un ‘jacuzzi’
Jim Rose llama por teléfono y ofrece hacer la entrevista en el jacuzzi de su hotel. Nos espera envuelto en un albornoz blanco en la recepción del hotel un hombrecillo de mirada aguda y conquistadora. "En la escuela todos los niños se burlaban de mí por lo bizco que era, después me corregí la vista", es uno de los pocos relatos autobiográficos que menciona el director del zoológico humano cuando ya estamos charlando, sumergidos en el líquido revuelto del jacuzzi. A pesar del agua tibia que todo lo relaja, de las burbujas que se mezclan con las palabras dispersando nuestra conversación, Jim Rose no abandona en ningún momento su trinchera. No delata rasgos ajenos al mito: como buen americano que triunfa en el laberinto del marketing, este nieto de un emigrante ruso judío domina a la perfección el ritual publicitario. Enemigo de las explicaciones, no informa: lanza acertijos y nos deja a merced de nuestra credulidad. |
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Dice que su padre trabajaba en el circo, cuenta que estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Arizona, que trabajó en proyectos ecológicos con Gregory Peck y Robert Redford, y que, como conclusión, optó por el extremo del espectáculo underground. Llega en top less y se zambulle también en la bañera Bebe, su mujer, francesa, con quien vive y trabaja desde hace 10 años. "Es la reina del circo y sabe hacer fuego con su vagina. Además, es ella la que lleva las cuentas.".
Ambos conocieron las calles de Europa actuando de acróbatas ambulantes en los años ochenta. Jim Rose, que iba de faquir, recuerda como algo insólito las Ramblas de Barcelona, "una mezcla absurda e intensa de artistas, freaks, drogadictos, camellos, embaucadores y turistas". |
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De vuelta en EE UU, su primer escenario fue la playa de Venecia (Venice Beach), en California. A partir de un espectáculo en un restaurante con Bebe y dos bailarinas del vientre fue creando su pequeña familia de freaks en 1990, hasta que lo lanzó de gira un agente canadiense. Desde entonces, no para.
Vidrios y planchas colgantes
"Ofrezco una experiencia completa que dura sólo una hora. En los noventa la gente se aburre al menor descuido, la información es muy rápida". Sabe que su show se vende en todas partes. "Nadie, ni siquiera en Papúa-Nueva Guinea, querrá perderse la visión de un hombre que traga vidrio o se cuelga planchas del pene". Dice que su circo es como un accidente de tráfico, pero sin sangre.
Asegura que le gustaría vivir desnudo. Sale del agua, se quita el bañador y nos muestra los trucos que sabe hacer doblando su pene como otros lo hacen con globos. Lo modela en forma de hamburguesa, de reloj de pulsera o tabla de surf. No parece nada difícil. Este numerito íntimo, "reservado a los amigos", no sería muy escandaloso sobre el escenario aquí en Europa. Pero en EE UU la censura del desnudo ya condujo a la celda a los travestidos mexicanos que juegan con consoladores. Para Jim Rose nada es tabú, con excepción de la pederastia, el asesinato y toda voluntad de hacer daño.
El circo de freaks tiene ahora más humor y menos horror que espectáculos anteriores. "Son cambios de estilo que se producen con la edad, ahora tengo 40 años". Jim Rose estuvo un largo periodo sin actuar porque se rompió la espalda cuando saltaba con una moto por encima de 27 vacas muertas. El freak es vegetariano. En otra ocasión presentó a la entrada de uno de sus shows un lechón vivo que inspiraba ternura. Cada espectador tenía que proponer un nombre para el animal, escribirlo en un papel y echarlo en una urna. Era una rifa. Cuando finalizó el espectáculo, Jim felicitó al ganador que dio al cerdito el nombre de Sunshine. A la salida, donde había estado el lechón los espectadores encontraban un hombre vendiendo hamburguesas de Sunshine.
Aunque Jim sintonizó con las inquietudes de una generación, pocos pueden digerir en vivo a este malabarista del mal gusto. El amplio alcance de su fama sería inexplicable sin la televisión: Jim Rose se ha introducido en todos los hogares americanos haciendo el papel de presunto asesino en la serie Expediente X, y también como caricatura entre la familia de los Simpson. Además navega con una flota muy colorida en Internet, ofreciendo desde consejos para el uso de piercing hasta atuendos para esquí de fondo, su deporte favorito. Y en las librerías estadounidenses se vende como rosquillas su primera obra literaria.
The New Jim Rose Circus actúa del 10 al 13 de julio en el Doctor Music Festival (Escalarre, Lérida). http://www.ambient.on.ca/jimrose |
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