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El Periódico

Segunda edición del Doctor Music Festival

El sábado, Stranglers salvaron su reaparición con cierto éxito y los Sopa de Cabra se mostraron en onda con el festival. Pero la sorpresa de la jornada fueron los franceses Les Tambours du Bronx

Al subir al escenario, Alice Cooper rompió de una patada una valla de madera. Entonces sonó "Under my wheels"

El día de Sinéad O'Connor y Alice Cooper

DONAT PUTX
Enviado especial

ESCALARRE. -- Tras el desbarajuste horario del día anterior, el Doctor Music Festival recuperó el tino el pasado sábado. Las actuaciones se sucedieron con puntualidad. Todo en orden también en la zona de acampada. Así nos lo comentaban diversos jóvenes asistentes. El serpenteante Alice Cooper y la irlandesa Sinéad O'Connor acapararon el protagonismo de la jornada.

Alice Cooper apareció espectacularmente en el escenario grande del festival, al romper de una patada la valla de madera que había detrás de los músicos. Sonó "Under my wheels". Se sucedieron a partir de entonces sus aclamados éxitos --"I'm eighteen", "No more Mr. Nice Guy"--, y golpes de efecto diversos: entre ellos, el del músico asesinando a su loquero tras deshacerse de una camisa de fuerza. Antes del bis, Alice Cooper, vestido de blanco, obsequió al público con enormes globos mientras cantaba "School's out". Ya de vuelta, se despidió definitivamente con "Elected" y haciendo ondear una bandera norteamericana por un lado, y catalana por el otro. En el mismo escenario, a últimas horas de la tarde, Stranglers actuaban ante un número menor de personas: una reaparición que se salvó con cierto éxito, versión de los Kinks incluida. Los también historiados Hawkwind, ya a última hora, oficiaron un viaje musical, en el que no faltaron complementos como espantapájaros de otros mundos y comedores de fuego en la tarima.

Pocos minutos antes de salir a escena, Sinéad O'Connor no las tenía todas. "Es difícil lograr intimidad en los grandes espacios", reconocía. Ciertamente, su música resulta algo ligera para el contexto, como evidenciaron algunas ráfagas de sonido procedentes de otros espacios. No obstante, Sinéad O'Connor consiguió atraer a los espectadores. Su directo se ve reforzado gracias al juego que dan a la cantante las cuatro compenetradas coristas. Con la banda, en la que destacó por sus aciertos la chelista, Sinéad O'Connor encontró complicidades y mostró su nuevo material, compuesto por canciones como "He moved through the fair". Sinéad O'Connor advirtió que no interpretaría "Nothing compares 2 you". "Me recuerda tiempos tristes para mí. Si alguien me la pide, se llevará una gran decepción: que reclame el dinero en la puerta", ironizó.

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Sinead O’Connor en un momento de su actuación.

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MERCÉ GILI Un lazo azul ocupaba ayer la zona de chiringuitos del festival, en protesta por el asesinato de Miguel Ángel Blanco

"Gospel oak", un disco que se compone sólo de seis canciones, rompe tres años de silencio en el mundo de la música. "Tuve mi segundo hijo, y he estado tan ocupada que para hacer un elepé completo hubiera tardado dos años". Sinéad O'Connor acabó su actuación en Escalarre versionando a Bob Marley.

En el futuro, según señaló, la cantante concretará, bajo el nombre de "Green and black", un proyecto jamaicano-irlandés.

"Escucho sobre todo música de raíces y rhythm and blues",reveló una O'Connor que no volvería a romper una foto del Papa en público: "No lo necesito. Lo hice una vez y ya surtió bastante efecto".

El conjunto catalán Sopa de Cabra se mostró también en onda en el escenario de La Guingueta, donde no quisieron olvidarse de echarle unas merecidas florecitas a Neil Young y a su dedo. La actuación del grupo de Girona coincidió con la sorpresa de Les Tambours du Bronx. El numeroso grupo francés ha inventado un espectáculo donde el tronar de bidones y de la madera, o los cantos estáticos, crearon una reacción capaz de dejar pequeño el escenario Alt Áneu, literalmente abarrotado de gente.

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